Es conocido que gran parte de los establecimientos educacionales no cuentan hoy con infraestructura, recursos, ni siquiera con protocolos en manejo de salud, ni menos con personal capacitado que pueda apoyar en terreno a implementar dichas medidas mencionadas por la cartera.
El personal de APS quien puede apoyar a implementar esta medida a nivel local, se encuentra respondiendo a las demandas de la red asistencial, y dudamos que pueda además supervisar el cumplimiento de dichas acciones en los establecimientos educacionales en forma sostenida y segura.
Resulta que esto no es lo más preocupante, porque hoy de acuerdo a los datos del DEIS del MINSAL, solo un 53,8% de los niños entre 6 meses y 5 años ( o sea gran parte de la población en edad preescolar) y 61,8% de los escolares de 1° a 5° básico cuentan con la vacuna de la influenza, esto significa que, al retorno a clases, gran parte de los estudiantes no contará con la inmunidad para enfrentar una infección respiratoria, como es en este caso la ocasionada por la influenza.
Es importante destacar que la inmunidad se adquiere a las 2 a 3 semanas después de ser vacunado. En este periodo no solo están expuestos los niños a presentar influenza, sino que se agregan otros cuadros respiratorios, como el Coronavirus, pero más preocupantes es el virus respiratorio Sincicial, el cual año a año afecta gravemente a todos los niños y niñas del país a temprana edad.
Por último, no olvidar que quienes estarán supervisando las medidas que indica el gobierno en “este retorno paulatino”, serán LOS PROFESORES Y EQUIPO DE APOYO A LA EDUCACIÓN quienes deberán realizar esta labor. Considerando la realidad de los establecimientos del país, los cuales, para vuestro conocimiento, hay muchos que aún, lamentablemente, no cuentan con resolución sanitaria y menos con un profesional capacitado para evaluar si un alumno está o no con síntomas respiratorios, de este modo su rol docente se verá menoscabado ya que se les agrega la gran tarea que es supervisar los protocolos dentro de las escuelas, y quienes además, estarán expuesto a llevar este nuevo virus a sus casas y a sus familiares.
Pensemos en lo operativo, ¿Cómo se le dice a un niño que no juegue en contacto con sus compañeros?, ¿De donde sacarán más mascarillas cuando el niño la pierda o se la saque? Objetivamente, con este escenario al interior de los colegios, y para quienes estamos insertos en la comunidad educativa es MUY DIFÍCIL DE SOSTENER. ¿Cómo será para la gran mayoría de los colegios chilenos que no cuentan con personal de enfermería que apoye estas acciones de salud?
Por lo tanto y en base a lo expuesto, consideramos oportuno FINALIZAR EL PROCESO DE VACUNACIÓN DE LOS ESCOLARES ANTES DE ESTE “RETORNO PAULATINO” JUNTO A DAR EL TIEMPO PARA QUE SE ENCUENTREN REALMENTE PROTEGIDOS Y ADEMÁS CONTAR CON UN PRONUNCIAMIENTO MÁS CLARO DE LAS MEDIDAS DETERMINADAS POR LA AUTORIDAD.
Como enfermeras escolares con experiencia de más de 25 años en el ámbito escolar, nos ponemos a disposición del gobierno, comunidades educativas, entre otros, para aportar en las decisiones y aplicación de las medidas para este retorno, o en su defecto, aplazarlo en tiempo lo que más se pueda , con el objetivo de no poner en riesgo la salud de gran parte del país.
Santiago, 20 de abril de 2020
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